" Se apoyaba allí, en un tronco,
muchas tardes cuando el sol caía ".
( Vicente Aleixandre, El viejo y el sol ).
La tarde está viva.
Desde el balcón de mi casa,
las palomas en su vuelo
despiden pavesas.
Pronto el cielo tornará
a ser una paleta de colores.
Entonces, las palomas en su fuga,
dorarán sus picos en cobre
y, sus alas en sombras.
La tarde, se quedará de pronto
sin remos y sin rumores.
Sólo el árbol,
que cobija con sus ramas el balcón,
ofrecerá frescor, sombra y soledad.
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